Detallamos aquí las normas de internado para las familias y residentes. Este internado realiza una función formativa y social. Su característica es la austeridad y el educar a los residentes en el espíritu de sacrificio y de servicio a los demás. Para ello contamos con unos medios adecuados caracterizados por la sencillez que implican el esfuerzo de adaptación, la voluntad de toda la comunidad educativa y la comprensión de todos.
Para permanecer en el internado se considera indispensable en el alumno una actitud de aceptación de las normas de comportamiento.
Los padres o tutores legales que han solicitado la admisión de su hijo, se comprometen a apoyar la línea educativa expuesta en la entrevista inicial, y a aceptarla. Colegio y familia deben ir en la misma dirección de intenciones educativas y pedagógicas. Debe establecerse una colaboración mutua para el cumplimiento de las normas del internado. Si esto no sucediera, se supone que los padres o tutores legales, como máximos responsables de la educación de sus hijos, quieren optar por otro tipo de Centro, afín a sus principios.
Es básico el respeto a los tutores, profesores y al resto del personal que presta sus servicios en el Centro, así como la obediencia a cuantas indicaciones se den al alumno a la vista de su formación. Este respeto se hará extensivo también cuando salgan a Sigüenza, siendo educados con las personas que se encuentren. Nunca se puede llevar o consumir tabaco.
Los alumnos internos asistirán con puntualidad a las clases, estudios, actos religiosos y otras actividades programadas por el Centro, tomando parte activa en los mismos. El alumno deberá tener una serie de hábitos imprescindibles: levantarse con puntualidad, respetar el descanso de los demás y guardar el silencio nocturno, cuidar la forma de vestir, aseo personal, cabello (ni largo ni al cero, ni teñido, etc.), sin ningún tipo de pendiente o similares, ni tatuajes, con vocabulario y modales ejemplares. Las alumnas podrán llevar un pendiente en cada oreja, un anillo en cada mano, una pulsera en cada brazo y una sola cadena en el cuello. Cualquier objeto que porten los alumnos que no sea de plata ni de oro.
Todos irán al comedor a las horas establecidas, guardando la compostura y educación adecuada hacia los tutores, compañeros y personal de servicio. Se considera falta muy grave el incumplimiento de lo anterior.
La posesión y/o consumo de alcohol, de cualquier droga, estupefaciente o sustancia alucinógena, dentro o fuera del Colegio, constituye la baja inmediata en el mismo.
Cuando un alumno, tras varias advertencias, mantiene unas actitudes contrarias a las normas de convivencia elementales, el Consejo de Disciplina del Internado determinará la separación del mismo por el tiempo que se fije. En caso de repetirse su actitud, o ante una falta grave, se dará de baja en el internado. En ambos casos se comunicará telefónicamente la decisión a sus padres o tutores legales, y el alumno abandonará inmediatamente el Centro.
En casos de enfermedad o accidente:
Cuando el alumno enferme en su casa durante el fin de semana, no debe incorporarse el domingo y debe permanecer en casa hasta el alta médica.
Cuando manifieste síntomas de enfermedad estando en el Centro, y si el médico lo determina, guardará cama. Si tuviera que permanecer más de un día, se hablará con sus padres para que vengan a recogerlo.
El Colegio utilizará los servicios de Atención Primaria del Centro de Salud de la localidad; si se dictaminase su desplazamiento a Guadalajara, deberá hacerse con el consentimiento de los padres, siempre que estén localizables; si no se contacta, se seguirá el dictamen médico.
El Colegio dispone de unas instalaciones deportivas, ubicadas en la finca «El Oasis». El acceso a ellas se realizará siguiendo las indicaciones de los diversos tutores del internado y por el trayecto señalado.
Los alumnos internos sólo podrán ser llamados por teléfono en las horas establecidas o en casos de urgente necesidad.
Queda prohibido salir del Colegio en horas no autorizadas. De la misma manera, los alumnos no podrán ausentarse los días que, siendo lectivos, están situados en medio de días festivos.
Cuando un alumno no regrese el domingo, por causa justificada, serán los padres o tutores legales, los que comuniquen al Centro su ausencia.
Los alumnos son responsables de respetar todo lo ajeno, así como las instalaciones y mobiliario, abonando los desperfectos causados.
No deben tener dinero, objetos de valor, aparatos de música, teléfono móvil, objetos punzantes, objetos simulados, etc.
El día de incorporación, los padres pueden acceder a los dormitorios. En otros días, solo el alumno con el permiso del tutor de internado o del conserje.
Toda visita al Colegio deberá comunicarse a la conserjería, para pasar, si procede, a la sala de espera.
Cuando se abandone el Centro, bien por baja o por finalizar el curso, los alumnos deberán recoger ese día todas sus pertenencias.
En todo caso, se ha de contar con los tutores de internado para cualquier novedad diaria o extraordinaria.